Contratar un buen servicio doméstico siempre es peliagudo. Cualquier persona puede parecer totalmente lo contrario, llevándose los señoritos de la casa una desagradable sorpresa. Aprovechando que se cumple este año el 50 aniversario de este film, lo recupero pues no merece menos. La mano maestra de Joseph Losey a la dirección hace que nos sumerjamos en una historia donde nada es lo que parece. Unos papeles que mientras va transcurriendo la trama van dando pequeños giros hasta su desenlace final.
La película basada en un libro de Robin Maugham, nos sumerge en un juego psicológico al que nos someten los personajes.
En el papel principal tenemos la soberbia actuación de Dirk Bogarde. Una actuación donde maneja la sobriedad de su personaje, junto al desfase de una misma persona.
Junto a él James Fox, dándole la réplica como su rival a batir.
La parte femenina viene de la mano de Sarah Miles y Wendy Craig.
Todos ellos sobrados de talento, componiendo un cuarteto protagonista soberbio.
El guión adaptado corrió a cargo de Harold Pinter, ganador en 2005 del premio Novel de Literatura.
Sacando un jugo mágico en sus diálogos.
Por si todo esto no fuera suficiente, Losey juega con la cámara desde unos ángulos rebuscados. Puntos inclinados y deformaciones lineales. Estamos ante una obra descomunal. Una de esas cintas que jamás deja indiferente a nadie, provocando en el espectador incomodidad y atracción.
el perfecto mayordomo |
En el papel principal tenemos la soberbia actuación de Dirk Bogarde. Una actuación donde maneja la sobriedad de su personaje, junto al desfase de una misma persona.
Junto a él James Fox, dándole la réplica como su rival a batir.
La parte femenina viene de la mano de Sarah Miles y Wendy Craig.
Todos ellos sobrados de talento, componiendo un cuarteto protagonista soberbio.
El guión adaptado corrió a cargo de Harold Pinter, ganador en 2005 del premio Novel de Literatura.
Sacando un jugo mágico en sus diálogos.
Por si todo esto no fuera suficiente, Losey juega con la cámara desde unos ángulos rebuscados. Puntos inclinados y deformaciones lineales. Estamos ante una obra descomunal. Una de esas cintas que jamás deja indiferente a nadie, provocando en el espectador incomodidad y atracción.
sacando el lobo que lleva dentro |
Esta no la conocíamos, pero tu entrada nos ha despertado la intriga, así que apuntada queda.
ResponderEliminarAl descubrirla hace años me impactó como pocas películas han hecho.
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