Nueva obra de una de nuestras figuras musicales más conocidas más allá de la tierra del lince ibérico. Y que nos presenta, pues un disco que se abre ante el universo ya clásico de Bunbury. Creciendo en matices y sonoridades que se le van pegando a cada nueva entrega. Bunbury es ya un valor seguro, uno de esos artistas que sabe siempre lo quiere, como lo quiere, y para quién lo quiere (aunque a veces alla divagado un poco). El álbum está dividido en dos, pero el contexto general del disco es el mismo. Estamos ante una obra que no tiene fronteras, dejándose llevar por la música que lleva ofreciéndonos en los últimos años. Ahora también con una clara carga social en sus letras. Sin olvidarse del amor, los perdedores y la redención. Sonidos tex-mex, rock artesanal e incluso coros gospel abarcan un trabajo sólido. Uno de los mejores y más completos que nos ha ofrecido. Aquí hay rock clásico, ese que perdura en la memoria. Quizás pueda sobrar algún momento un tanto introspectivo. Pero obras como esta solo está al alcance de muy pocos en este país.
De propina os dejo con una entrevista.
Pues es un disco que me gusta mucho,está muy bien estructurado y el nivel de las canciones es bastante bueno.Me alegra que haya dejado de lado las cumbias y todo eso porque ya cansaba y aunque hay alguna incursión en el bolero el resultado es bastante satisfactorio.Tan solo no comprendo como ha podido colar un tema tan indigno como "Hijo de Cortés" .En resumen más que notable regreso,Bunbury ha pillado una dinámica en la que no decepciona a sus fans (entre los que me incluyo).
ResponderEliminarA mi también me gusta bastante. Hay que mirar también que ha vivido temporadas en ciertos países sudamericanos y eso hace que su música se nutra igualmente de esos sonidos. Cierto, es un tema que rompe un poco el álbum, aunque no me llega a desagradar del todo, si no estúviera no la hecharíamos de menos.
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