En 1979 llegaba una de las mas peculiares adaptaciones sobre Dracula a la gran pantalla(aunque en esta ocasión la cinta sigue mas su adaptación a la obra de teatro que hicieron Hamilton Deane y John L. Balderston). A su vez el tiempo fue sepultandula de forma incomprensible. Dirigida por John Badgam, que venía de realizar "Fiebre del Sabado noche", dos cintas de polos tan opuestos como seductores. El papel de Conde recalló en un semidesconocido por aquel entonces Frank Langella, se barajaron los nombres de Robert Redford o Clint Eastwood entre otros (cosa que a mi modo de ver hubiera sido un lamentable fallo, también es cierto que no sabríamos si hubieran aceptado). Esta versión se adentra en el aspecto mas romántico de la novela, poniendo en primer término las vicisitudes amorosas del Conde. Destaca también algunas escenas nunca antes vistas, de una crudeza palpable. La ambientación está increiblemente lograda, siendo uno de los grandes aciertos. En el reparto Sir Laurence Olivier (aquí haciendo de Van Helsing) y Donald Pleasence (el doctor del manicomio). Un Dracula muy particular, una especie de Conde ye-ye, seductor, con camisa abierta y pelo en el pecho. Pero entretenida, espléndida y muy recomendable, caminando por una senda distinta a las anteriores.
Mira que lo he intentado con esta peli, pero nunca he conseguido entrar en ella. Seguramente es porque inconscientemente la comparo con otros Dráculas.
ResponderEliminarSuele pasar eso.
EliminarIndudablemente prefiero muchas otras sobre nuestro amigo chupador, pero esta hay que verla como una rara avis, disfrutandola como una rareza en si misma.