Inevitablemente por el dúo protagonista a la mente se nos viene la imagen de Gilda. Más allá de ese punto, que indudablemente era un reclamo publicitario claro. Este film tiene vida propia para tener su propia repercusión cinematográfica. "La dama de Trinidad" (1952) dirigida por Vincent Sherman. El hermano de un fallecido viaja a Trinidad para intentar averiguar la causa de su muerte. Allí se las verá con la cuñada, una mujer que parece ocultar cierta información. Una espléndida fotografía resalta todo el film.
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| El trío en plena tensión |
Glenn Ford y Rita Hayworth siguen manteniendo esa química que ya mostraron años atrás.
La cinta nos ofrece un sugerente duelo donde cada palabra entre sus protagonistas parece llevar tensión, tanto sexual como de violencia.
Aquí podemos encontrar un espectacular baile con canción incluida de Hayworth. Desplegando una sensualidad que el blanco y negro hace más sugerente.
La película avanza a buen ritmo, manteniendo siempre el hilo argumental perfectamente hilvanado.
Estamos ante un clásico, que tenemos que saber verla con imparcialidad. Pues las comparaciones con la mítica cinta del famoso guante, solo haría perder la perspectiva de lo que tenemos delante. Que no es sino una joya del género negro.
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| La pelirroja más sexy del cine |
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