sábado, 12 de octubre de 2013

POSION:Flesh & Blood:tocando techo


En toda banda que va creciendo musicalmente, disco tras disco por lo general van madurando su sonido. En algunos casos pueden perder cierto aire festivo para llevar su música a un plano más íntimo por así decirlo. En 1990 ese madurar también llego hasta POISON. La banda de Filadelphia entraba en la nueva década para mi gusto con su mejor trabajo, en su pasado y en lo que vendría depués. El disco llamado "Flesh & Blood"  fue producido por uno de los grandes del hard y glam Bruce Fairbairn. El grupo dejaba a un lado esos sonidos más festivos que le habían proporcionado gran fama, y abrazaba temáticas más serias en sus letras. Musicalmente se dirigieron hasta sonidos más de raíces, profundizando en el blues. Aún así no desterraron del todo la diversión en el álbum, contando con momentos igual de vibrantes que en discos anteriores. Ello queda patente en un tema como "Unskinny Bop", una pieza que se te clava a fuego. En otros momentos la banda se nos presenta con todos a la vez repitiendo a coro un estribillo con mucha fuerza "Come Hell Or High Water". O la que da título al disco 
Individualmente cada miembro ha crecido de forma fantástica. Demostrando sus virtudes con cada instrumento. Con el propio Bret Michaels cantando mejor que nunca. Quizás otros prefieran a los Poison más pintarrajeados de sus comienzos. En 1990 la banda se nos muestra creativamente más inspirada, con un sabor a buen whisky. Destilando un pozo de autoconfianza que se refleja en cada canción del álbum. Temas con ese olor añejo, como los músicos sentados en sus porches, mientras el sol va cayendo y hacen sonar sus guitarras melancólicamente. "Life goes on" o "Something To Believe In" son dos de los mejores tema que nunca han compuesto. La madurez no tiene por que estropear la diversión de una banda. Y desde luego que aquí supieron mezclar ambas cosas.
 

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