Hay casos que merecen ser temas de estudio en algunas universidades. Pasan los años y uno se pregunta que es lo que ocurre en determinados músicos para que no sepamos de ellos en muchos años. BILLY IDOL regresaba en 2005 con "Devil´s Playground" después de 12 años de ausencia. Lo hacía con un gran disco, para la ocasión se volvió a juntar con su mano derecha Steve Stevens, el virtuoso guitarrista que tantas grandes canciones escribieron juntos en la primera mitad de los 80. En la producción el otro componente clave en su sonido, Keith Forsey. El álbum era el mas rockero de su carrera, canciones como "Super overdrive","Rat race","Body snatcher" o el single "Scream", afilaban las guitarras al máximo, siempre con mucha melodía marca de la casa. Había también espacio para temas que recordaban a otras épocas, "Sherri" o "Romeo´s waiting", incluso un tema con toque navideño que no encajaba nada mal en el álbum ""Yellin´at the xmas tree". El disco tuvo cierta repercusión, volviendo el oxigenado cantante al ruedo de la popularidad. Una gira bastante éxitosa, adaptada a los tiempos que corríamos por aquellos años(de los cuales seguimos inmersos), pero eso es todo. Han pasado 8 años ya desde aquella vuelta tan refrescante, teníamos esperanza en que todo aquello tuviera continuidad. No ha sido así, solo él sabrá porque, pero el talento que atesora merece ser compartido, y no perderse con el pasar de los años. Quién sabe, quizás como ha pasado con Bowie recientemente, un día de estos nos sorprenda con un nuevo plástico bajo el brazo.
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