viernes, 22 de enero de 2016

DAVID BOWIE>carta para un camaleón sideral

Igual que contemplar una larva a cámara rápida, es asombroso como un ser de este mundo pudo hacer tanto sin perjudicar nunca su estrella. Los cometas a su paso dejan huella en el universo. Del mismo modo que el arte la deja entre los mortales que habitamos este planeta. Hay hechos que son inexplicables. Lo vemos, pero carecemos de asimilación para digerirlo. Cuando alguien ofrece algo tan grande que no podemos sino dejar que nos aplaste. La victoria es sin duda suya a todos los efectos. BOWIE creó un legado tan extenso, que aún hoy se sigue analizando. Y en muchos aspectos jamás terminaremos de entenderlo en toda su expresión. La larva va mutando hasta alcanzar la madurez, lo mismo que Bowie sufrió para alcanzar el estrellato. Los años son la escuela que todo ser humano necesita. Más si los tiempos van cambiando tan deprisa que solo queda adaptarse o morir. En el caminar de su música, la imágen era parte inseparable. Con ella golpeaba primero. Para acto seguido rematar la faena con su propuesta musical. No hay un paso intermedio. Era primordial dar primero, los otros vendrían detrás. 
A nuestra querida larva, ya le asoman sus alas. Su metamorfósis está casi completada.
Es hora de que el mundo le devuelva parte de lo que le ha dado. Así en la década de las hombreras y cortes de pelos con laca, su estallido va en sintonía. 
Ya llegado a su madurez, su estrella brilla a un nivel nunca imaginado, pero si buscado. El color de sus alas ya alcanza su máximo brillo. 
Convertida en una mariposa adulta, solo queda esperar su recompensa. 
Ya no necesita ser el primero para demostrar que nadie puede seguir su rítmo. 
Pasando a batir sus alas con las corrientes de los 90. 
Rebelde como siempre fué, Bowie se electrocuta en su universo. Metamorfondeandose en un cybor frío, al que su corazón parece resistirse. Sonidos de metal retumban en sus conciertos. Bajo un fuego cortante de cables envueltos en sonoridades gélidas y cálidas al mismo tiempo. Todo animal vuelve por donde vino. Dejando a su paso una huella siempre visible. Las de Bowie nunca podrán ser borradas. Desde esa portada creando tendencias. Hasta ese toque musical que a esparcido como una abeja derrama el polen de flor en flor. Gracias por haber existido. Por dejar constancia de que nada ni nadie llegará nunca donde tu estrella está en estos momentos. Y que brilla tan fuerte y reveladora, como grande es el universo.

3 comentarios:

  1. Que poético tu análisis. Me parece que como Bowie tus palabras habrá que digerirlas primero escuchando de fondo algunos de sus grandes canciones.
    Grandes palabras para un grande.

    Un saludote.

    J@son...

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    Respuestas
    1. Hombre.....el hijo perdido del blog jeje.
      Bueno....me apetecia dedicarle unas palabras de despedida. Una pena..una noticia que nadie esperaba.
      Un saludo

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